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miércoles, 9 de abril de 2008

Luto en la Música: fallece el Mtro. Hermilio Hernández



Esta infausta noticia llena de luto la música mexicana, especialmente la Música Sagrada y la querida Escuela Superior de Música de Guadalajara México. La personalidad humilde del Maestro Hermilio era equivalente con su estatura como músico y como persona. He aquí la reseña del periódico MILENIO en su Edición electrónica.




El maestro Hermilio Hernández era uno de los más grandes compositores mexicanos vivos, no solamente de Jalisco. Fue el decano de la composición durante mucho tiempo. Lo he considerado como el Bach mexicano, un gran contrapuntista', expresa Guillermo Dávalos, titular de la Dirección de Música de la Secretaría de Cultura, sobre el compositor jalisciense, que ayer falleció a los 77 años de edad a causa de una diabetes que padecía desde hacía mucho tiempo.

Hermilio Hernández (Autlán, 1931) es considerado como uno de los compositores mexicanos más importantes de la segunda mitad del siglo XX, con una vasta obra que incluye música de cámara, conciertos para piano, sinfonías, sonatas y música religiosa coral, la cual transita por los estilos neorromántico, neoclásico, neoimpresionista y serialismo dodecafónico. 'Toda la obra del maestro Hermilio se podría considerar indispensable. Su obra de piano tiene un encanto muy fuerte', agrega el titular de la Dirección de Música, quien anoche dedicó En concierto, programa que se transmite en Radio UdeG, a la obra del maestro Hermilio. Además, como parte del ciclo de música de cámara que la dirección organiza, en junio próximo se dedicará uno de los conciertos al compositor nacido en Autlán. 'El mejor homenaje es estar tocando su obra y, también, la de los compositores mexicanos valiosos. Sin embargo, el estado le debe a Hermilio un reconocimiento amplio, inclusive una calle', agrega Dávalos.

Galardonado con el Premio Jalisco en 1953, el maestro Hernández se desempeñó como docente en la Escuela de Música Sagrada y en la Escuela de Música de la UdeG. También fue el primer organista de la Catedral Metropolitana. Uno de sus alumnos fue el músico y pedagogo Joel Juan Qui, quien grabó una de las composiciones del maestro Hernández en el disco De Profundis. 'El mundo de Hermilio Hernández no sólo se reducía al mundo de la composición musical. También era docente y como maestro fue un hombre de mucha sabiduría, muy visionario y siempre estuvo atento a compartir sus conocimientos', expresa el pianista, para quien la obra del maestro Hernández, en particular las composiciones para piano, son de un acceso directo, claras en la construcción. 'Su legado es un documento histórico en la cultura de México. Ya se está trabajando en la edición de sus partituras para darlas a conocer a nivel mundial'.

Ernesto Cano Lomelí, profesor de la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara, fue el coordinador del volumen dedicado a la obra del maestro Hermilio como parte de una serie dedicada a compositores de la costa jalisciense. 'La capacidad de creación y formación en música formal que tuvo le dio una visión universal, no tan regionalista. Su trabajo como compositor lo hace patente. No hizo piezas de carácter popular, se encargó de la vanguardia', opina sobre la obra del maestro Hernández, quien en 1993 fue nombrado hijo distinguido de Autlán, donde el auditorio de la casa de la cultura y una de las salas del centro universitario llevan su nombre. 'Ojala que se pudiera publicar toda su obra, sobre todo la de cámara. También sería importante que se apoyen grabaciones para difundir en la radio cultural. Con la apertura de los medios a Internet, es quehacer de la universidad subir toda esa información a la red', concluye Lomelí. El último adiós al maestro tendrá lugar hoy, a las 9:00 am, en la Catedral.

Vida y obra

Comenzó sus estudios en la Escuela Superior Diocesana de Música Sacra. Alumno de Manuel de Jesús Aréchiga, José S. Valadez y Domingo Lobato, recibió una beca con la que pudo viajar a Italia para estudiar en el Instituto Pontificio de Roma los magisterios en órgano y composición, así como la licenciatura en canto gregoriano

A su regreso a Guadalajara fue nombrado profesor en la Escuela Superior Diocesana de Música Sacara y de la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara, donde impartió clases durante 20 años, y dirigió de 1974 a 1977. Recibió el Premio Jalisco en 1953, y en fue becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Arte.